Ante la situación que vivió el país en octubre de 2019, Soledad se inspiró para poder aportar a mejorar la situación desde la empatía. Dada la falta de movilidad que existía, junto a su hija pusieron un cartel en su camioneta con un mensaje simple: #Súbete, campaña que se masificó en todo Santiago. Esta motivación la llevó a ponerse en contacto con otros miembros de empresas B certificadas y de la Corporación de Fomento al Emprendimiento (G100) para que se sumaran a la campaña que buscaba movilizar a personas que dada la situación país, se habían quedado sin posibilidad de movilizarse por la ciudad.

La motivación principal: invocar a la solidaridad y la unión en medio de la crisis.

De un pequeño gesto a un movimiento masivo

 

La campaña #Súbete tuvo una repercusión fuerte que se masificó por medio de las redes sociales y diferentes medios de comunicación. Como gerente general de Comaco y miembro del G100, Soledad tuvo el impulso de compartir su inspiración con otros colegas que se unieron a la causa. Su movimiento no sólo motivó a empresarios B certificados, sino que sembró una semilla para un cambio más profundo y con perspectiva de futuro. 

 

Transformación a un cambio estructural.

 

Este primer paso de Soledad generó un impacto en empresarios de distintos grupos que se reunieron para reflexionar sobre su responsabilidad y rol en el proceso de cambio que estaba viviendo Chile en ese entonces. De esta instancia de reunión y compromiso empresarial se gestó la Fundación Desafío 10x, una entidad cuyo compromiso está orientado principalmente a la reducción de la brecha salarial que existe en las empresas del país. Soledad y sus colegas se dieron cuenta de que tenían un rol fundamental si querían producir cambios reales y necesarios a nivel nacional.

 

Liderazgo y cambio concreto.

 

Uno de los aspectos que caracterizan a Soledad es su capacidad de observación que la lleva a analizar más allá las situaciones y tener un nivel de comprensión sobre la importancia de la integración. Tuvo la convicción de que en estallido social no fue sólo responsabilidad del estado, sino que lo tomó como un llamado directo al mundo empresarial para abordar de manera concreta las inquietudes y brechas internas de cada compañía con el objetivo de reducir la desigualdad. Con el Desafío 10x logró hacer un llamado para que las empresas lideren estos cambios con el ejemplo, disminuyendo la disparidad en los salarios y promoviendo la justicia social.

 

Esta semilla de cambio creció mucho más allá de sus expectativas. En sólo dos semanas, Desafío 10x creció de ser un grupo de 30 personas a una comunidad de 1.400 empresas inscritas en la página web del movimiento cuya misión es muy clara: unir las fuerzas de las empresas para construir un país más justo. 

 

En palabras de Soledad: “Invitamos a conocer, mirar, calcular y tratar de reducir la brecha salarial que generamos al interior de las compañías y a mirar los sueldos de las personas que menos ganan para que sea más ético”.

 

Un impacto tangible.

 

Desde su fundación, Desafío 10x ha logrado que 2.247 empresas adopten su enfoque, logrando beneficiar a casi 70.000 trabajadores. Este cambio ha hecho que Soledad sea reconocida por su labor con la Fundación Mujer Impacta, también forma parte de un red de emprendedoras sociales que están creando cun cambio positivo en la sociedad.

 

“Me siento orgullosa de que exista una fundación que pueda visibilizar a las mujeres extraordinarias que tenemos en el país”.

 

Soledad vive la filosofía de construir un Chile más justo y esto la guía en su búsqueda para hacer del mundo un lugar mejor. Por medio de Desafío 10x se ha convertido en un referente para quienes necesitan apoyo. Una visión positiva y su enfoque en oportunidades han modelado su camino como un recuerdo de que una perspectiva ideológica puede transformar la realidad de manera positiva.

 

Soledad es el reflejo de una historia de cambios y transformaciones que sigue generando impacto hasta la actualidad. Des su campaña #Súbete hasta Desafío 10x, su recorrido nos recuerda que una idea con base en la solidaridad y empatía puede crecer hasta convertirse en un cambio estructural a gran escala. Soledad nos enseña que todos podemos ser agentes de cambio y que nuestras acciones con perspectiva positiva puede generar y motivar a otros para crear un futuro más justo.